El atractivo componente de One Direction ha sido siempre un bromista, hasta el punto de que, junto a un amigo, se divertía aparentando tener el síndrome de Tourette -trastorno que hace gritar palabras obscenas o comentarios despectivos aleatoriamente- durante sus visitas al supermercado.
"Nos comportábamos como completos idiotas en público. Harry entraba en el supermercado haciendo creer que padecía el síndrome de Tourette. Nos tirábamos cosas el uno al otro, y molestábamos. Nos regañaban los de seguridad y el resto de clientes. Jugábamos a lanzar cosas de espaldas y que el otro las cogiera", contó Will Sweeney, amigo de la infancia del cantante, al periódico The Sun.
"Cogíamos de todo: pan, salsas... Y Harry tiraba las cosas por todos sitios. Le encantaba. Siempre le ha encantado reírse y divertirse sin importarle lo que la gente diga", afirmó.
Esa actitud le ha posicionado desde tiempo en atrás en muy buen lugar ante las chicas, a quien les encantaba el simpático Harry.
"A las chicas siempre les ha gustado su personalidad y su estilo descarado. Nosotros lo llamábamos el 'estilo clásico' [jugando con su apellido]", añadió.
"Nos comportábamos como completos idiotas en público. Harry entraba en el supermercado haciendo creer que padecía el síndrome de Tourette. Nos tirábamos cosas el uno al otro, y molestábamos. Nos regañaban los de seguridad y el resto de clientes. Jugábamos a lanzar cosas de espaldas y que el otro las cogiera", contó Will Sweeney, amigo de la infancia del cantante, al periódico The Sun.
"Cogíamos de todo: pan, salsas... Y Harry tiraba las cosas por todos sitios. Le encantaba. Siempre le ha encantado reírse y divertirse sin importarle lo que la gente diga", afirmó.
Esa actitud le ha posicionado desde tiempo en atrás en muy buen lugar ante las chicas, a quien les encantaba el simpático Harry.
"A las chicas siempre les ha gustado su personalidad y su estilo descarado. Nosotros lo llamábamos el 'estilo clásico' [jugando con su apellido]", añadió.
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